Hay vivencias tan maravillosas que uno jamás olvida como aquella vez en la que recibí mi primera guitarra, los momentos con mi banda pero ninguna se compara con el recuerdo del día en el que la hice mi mujer. Ahora era lo que más amaba en mi vida.
No tuve que esperar a que ella comiera de aquella manzana envenenada para saber qué era lo único que realmente me importaba. No estaba dispuesto a perderla. Yo le prometí una vez que me quedaría a su lado para siempre y así sería. ¿Muerte o vida? Cualquiera que fuera nuestro camino, yo iba a seguirla. Juntos por siempre.
Lo días pasaban y con ellos mis esperanzas se agotaban. De pronto recordé aquel cuento de princesas… EL BESO DEL VERDADERO AMOR PODRÍA SALVARLA. Besar sus labios rojos carmesí era la única solución y si eso no funcionaba entonces solo me quedaba una cosa por hacer… COMER DE AQUELLA MANZANA.
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woooow esta super me encanto esta superrrrr interesante me facino :) <3
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